La oración que propone la propia Penitenciaría Apostólica para rezar todos los miércoles es la siguiente:
A ti, oh bienaventurado José
A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio.
Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.
De acuerdo con el Decreto de la Penitenciaría Apostólica, para ganar la indulgencia plenaria, además de rezar dicha oración, es necesario cumplir con las condiciones habituales:
Confesión sacramental,
Comunión eucarística
Oración según las intenciones del Santo Padre.
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