A todos los sacerdotes, diáconos, consagrados(as), seminaristas y a todo
el Pueblo de Dios de esta amada Iglesia de Yucatán: PAX!
Muy queridos hermanos y hermanas, les saludo con afecto y les deseo todo
bien en el Señor. Tomando en consideración que la fiesta de Nuestra Señora de
Guadalupe convoca a muchísimos fieles y que, incluso meses o semanas antes,
comienzan los preparativos y traslados de los peregrinos y antorchistas, se ve la
necesidad de instruir a nuestros hermanos acerca de la manera en que pueden
participar.
Téngase en cuenta lo siguiente:
- Continuamos en la situación de pandemia, por lo cual no se deben relajar las
medidas adoptadas por nuestras autoridades civiles y que hemos asumido en el
proceso de reapertura del culto público.
- Permanecen las celebraciones eucarísticas en los templos guardando las medidas
sanitarias y con el 30% de aforo.
- Se suspenden, por este año, las peregrinaciones con la antorcha guadalupana y las
demás peregrinaciones en torno y en honor a la Virgen de Guadalupe.
- No se realizarán celebraciones litúrgicas en los talleres, fábricas o lugares
similares porque el permiso para la reapertura del culto es para los templos y no
para otros sitios donde se complicaría el control de las medidas sanitarias que se
deben ejercer.
- Se mantiene, así mismo, la suspensión de actividades y celebraciones en los
centros pastorales, por los motivos antes mencionados.
- En cuanto a las familias que tradicionalmente ofrecen la novena a la Virgen de
Guadalupe convocando a un gran número de gente, se les pide solo lo hagan con
la familia nuclear y no soliciten celebraciones especiales con presencia de ministro
ordenado, puesto que se podría propiciar un ambiente de alto contagio.
- Se promoverán, desde las Pastorales Familiar, Juvenil y de Adolescentes, los
subsidios necesarios para participar en actividades que nos permitan seguir
manifestando nuestro cariño y confianza en la maternal cercanía y protección de
nuestra Madre de Guadalupe.
Debemos seguir cuidándonos y cuidar a todos los demás. Nadie piense que
la Santísima Virgen María de Guadalupe se va a sentir desairada por la falta de las
manifestaciones tradicionales de devoción y amor, pues ella es nuestra Madre del
cielo y comprende muy bien lo que estamos viviendo.
Si alguien quiere hacer algo más por manifestar su amor a la Guadalupana,
tengan en cuenta que la mejor forma de honrarla es con actos de caridad para con
los hermanos necesitados.
Desde nuestro Santuario de Guadalupe en San Cristóbal, ofreceré en ese día
12 de diciembre, la santa misa por todos los devotos y por sus seres queridos, la
cual será transmitida como lo hemos venido haciendo durante estos siete meses.
Que las fiestas de nuestra Madre de Guadalupe nos encuentren a todos muy
unidos en las respectivas familias y cuidando nuestra salud.
Dado en la Residencia Episcopal, a los 16 días del mes de octubre, del Año
del Señor 2020.
+ Gustavo Rodríguez Vega
Arzobispo de Yucatán
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